Lecciones que aprendimos mientras acampamos

¡Acampar es una forma divertida y asequible de salir y relajarse al aire libre con familiares y amigos! Cuando salgas, ya sea para un campamento de día o una excursión más larga, encontrarás que también hay muchas cosas qué aprender de la experiencia. Estas son algunas de las lecciones que hemos aprendido mientras acampamos al aire libre en América Latina.

1) No necesitas muchas “cosas” en la vida

Tendemos a vivir con muchas “cosas” en nuestras vidas. Sin embargo, cuando acampas, tiendes a deshacerte de las “cosas” y solo llevas lo esencial contigo. Empiezas a darte cuenta de que todo lo que necesitas en la vida es lo básico: comida, agua, techo, ropa y el resto son todos lujos. Sí, es bueno tener lujos, pero la vida puede ser tan agradable sin ellos, ¡e incluso puedes olvidarte de ellos mientras disfrutas del aire fresco!

2) Un nuevo respeto por la naturaleza

A veces, en nuestra vida cotidiana, tendemos a olvidarnos de la belleza que la naturaleza tiene para ofrecer. Mientras acampamos, estamos rodeados de la madre naturaleza y llegamos a apreciar y darnos cuenta de lo espectacular que es realmente el mundo. Asarás tus malvaviscos gracias a la leña que te proporcionan los árboles, te despertarás con el canto de los pájaros y tendrás una sonrisa en la cara cuando respires el aire fresco.

3) El trabajo duro tiene su recompensa

¡Preparar tu campamento no siempre es fácil! Es posible que debas ir cargando tu equipo durante un tiempo antes de llegar al campamento, y una vez que llegues tendrás que armar la casa de campaña, establecer un área para comer, descargar y organizar, así como otro equipo que puedas tener y luego encender una fogata. ¡Puede ser una tarea bastante agotadora! Pero aprendes rápidamente que, aunque la preparación puede ser difícil, al final vale la pena cuando te relajas junto al fuego.

4) Tómate más tiempo para desconectarte de la vida

En nuestra vida cotidiana, a menudo estamos “enchufados” la mayoría de las veces a nuestros teléfonos, computadoras y televisores. Sin embargo, cuando acampamos, a menudo no podemos estar “enchufados” y debemos tomar un descanso de nuestros teléfonos y otros dispositivos electrónicos y disfrutar del aire libre que nos rodea. Acampar nos recuerda que necesitamos tomarnos más tiempo para desconectarnos y disfrutar nuestro tiempo con nuestra familia y amigos.

5) No todos los problemas tienen solución

No importa cuán preparado estés, a veces un problema no se puede resolver mientras acampas. Por ejemplo, si comienza a llover, no tienes poder para detener a la madre naturaleza. En lugar de quejarte de que estás mojado y de que tu viaje se arruinó, es mejor mirar las cosas de manera positiva. No puedes controlar o resolver el problema, ¡así que aprovecha al máximo saltando en los charcos!

6) Trabajo en equipo

Al acampar, aprendes rápidamente que las cosas se hacen más rápido y de manera más eficiente cuando trabajas junto con tu familia y amigos. Armar un campamento si estás solo a veces puede ser difícil. En lugar de tratar de armar tu campamento y hacer las cosas por tu cuenta, trabajar juntos hace que la vida sea mucho más fácil.

7) Aprender a salir de tu zona de confort

Acampar no siempre está lleno de lujosas comodidades. A veces puede ser incómodo dormir en una casa de campaña o en el suelo, con los sonidos de la naturaleza a tu alrededor. Sin embargo, aprendes rápidamente que al salir de tu zona de confort, puedes explorar nuevos lugares, ver cosas nuevas y disfrutar más de lo que la vida tiene para ofrecer.

8) La vida es bella

No importa dónde elijas acampar, ¡estás rodeado de vida! La vida silvestre que encuentras, la vida de los niños felices riendo y la vida de los árboles que te rodean. Mientras acampas, puedes poner los pies en alto, relajarte y realmente apreciar lo hermosa que es la vida.